Pide que en Oriente Medio "prevalezcan el diálogo y la diplomacia" Papa: "Jesús, el Buen Pastor piensa en cada uno de nosotros como en el amor de su vida"

Retrato de un obispo, según el Papa Francisco
Retrato de un obispo, según el Papa Francisco

"Él nos conoce, nos llama por nuestro nombre y cuando nos descarriamos, nos busca hasta que nos encuentra"

"Jesús no es solo un pastor bueno que comparte la vida del rebaño; es el Buen Pastor, que por nosotros sacrificó la vida y, resucitado, nos dio su Espíritu"

"Yo para Cristo soy importante, insustituible, valgo el precio infinito de su vida. No es una forma de hablar: Él dio realmente su vida por mí, murió y resucitó por mí"

Desde la cátedra de la ventana, el Papa Francisco explica a los fieles que significa el que Cristo es el Buen Pastor. Significa que “Él nos conoce, nos llama por nuestro nombre y cuando nos descarriamos, nos busca hasta que nos encuentra”. Significa que “piensa en cada uno de nosotros como en el amor de su vida” y que “nosotros para Él valemos mucho y siempre”.

En su saludo tras el regina coeli, el Papa recordó "con preocupación y dolor" de nuevo a Ucrania y a Tierra Santa, para pedir que "prevalezca el diálogo y la vía diplomática". Y que, de esta forma, "estos dos pueblos dejen pronto de sufrir".

"Que el Espíritu del Señor resucitado ilumine y sostenga a quienes trabajan para reducir las tensiones y fomente gestos que hagan posible la negociación. Que el Señor les dé a los líderes la capacidad de detenerse un rato a negociar".

Consigue el libro regalo 'Yo estoy con Francisco'

El Buen Pastor
El Buen Pastor

Catequesis del Papa

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! 

Este domingo, el cuarto de Pascua, está dedicado a Jesús Buen Pastor. Él en el Evangelio de hoy (cf. Jn 10,11-18) dice: «El buen pastor da su vida por las ovejas» (v. 11) e insiste en este aspecto, tanto que lo repite tres veces (cf. vv. 11.15.17). Pero, ¿en qué sentido el pastor da la vida por las ovejas? 

Ser pastor, especialmente en tiempos de Cristo, no era solo un oficio, sino una vida: no se trataba de tener una ocupación determinada, sino de compartir los días enteros, e incluso las noches, con las ovejas, de vivir en simbiosis con ellas. Jesús, de hecho, explica que no es un mercenario, al que no le importan las ovejas (cf. v. 13), sino el que las conoce (cf. v. 14). Así es: Él nos conoce, nos llama por nuestro nombre y cuando nos descarriamos, nos busca hasta que nos encuentra (cf. Lc 15,4-5). Es más:  Jesús no es solo un pastor bueno que comparte la vida del rebaño; es el Buen Pastor, que por nosotros sacrificó la vida y, resucitado, nos dio su Espíritu. 

He aquí lo que quiere decirnos el Señor con la imagen del Buen Pastor: no solo que Él es la guía, el Cabeza del rebaño, sino sobre todo que piensa en cada uno de nosotros como en el amor de su vida.  Pensemos en esto: yo para Cristo soy importante, insustituible, valgo el precio infinito de su vida. No es una forma de hablar: Él dio realmente su vida por mí, murió y resucitó por mí, porque me ama y encuentra en mí una belleza que yo a menudo no veo. 

Hermanos y hermanas, ¡cuántas personas hoy se consideran inadecuadas o incluso equivocadas!  ¡Cuántas veces se piensa que nuestro valor depende de los objetivos que seamos capaces de alcanzar, del éxito a ojos del mundo, de los juicios de los demás! ¡Cuántas veces acabamos desperdiciándonos por pequeñeces! Hoy Jesús nos dice que nosotros para Él valemos mucho y siempre. Y entonces, para encontrarnos a nosotros mismos, lo primero que hay que hacer es situarnos en su presencia, dejarnos acoger y aliviar los por brazos amorosos de nuestro Buen Pastor. 

Seguid al pastor...
Seguid al pastor...

Preguntémonos, por lo tanto: ¿Sé encontrar cada día un momento para abrazar la certeza que da valor a mi vida? ¿Un momento de oración, de adoración, de alabanza, para estar en presencia de Cristo y dejarme acariciar por Él? Hermano, hermana, si lo haces, descubrirás el secreto de la vida: recordarás que el Buen Pastor dio la vida por ti y que para Él eres importante, es más, insustituible. 

Que la Virgen nos ayude a encontrar en Jesús lo esencial para vivir.  

Etiquetas

Volver arriba